Por creencia popular, cuando a una persona le diagnostican colesterol elevado hay profesionales que AÚN culpan a todas las grasas de la alimentación y, lamentablemente, le recomiendan a la person eliminarlas del todo y, en el peor de los casos, le recetan estatinas. Por suerte, las nuevas recomendaciones dietéticas 2015-2020, provenientes de USA; ya no arremeten contra el colesterol y, por ejemplo, los huevos vuelven a formar parte de una dieta saludable. De todas formas, aclaremos:
1.
La mayor parte de
tu colesterol lo produce tu cuerpo, no los alimentos que ingieres.
2. EL VERDADERO
COLESTEROL PERJUDICIAL, y que hace que aumenten los triglicéridos, es el LDL (lipoproteínas
de baja densidad) y se produce por comer un exceso de carbohidratos refinados,
azúcares y productos procesados que contienen ácidos grasos trans.
3.
Y ya de paso aclaramos que la
grasa alimentaria no se convierte en grasa corporal.
El tan temido colesterol tiene varias
funciones en nuestro cuerpo:
1. Es esencial para la construcción, mantenimiento y funcionamiento
de las membranas de nuestras células.
2. Participa en la señalización celular y el cerebro es uno de los
órganos más ricos en colesterol.
3.
Es la fuente para la creación de las vitaminas A,D,E y K
4. El hígado usa el colesterol como “materia prima” para producir
ácidos biliares que sirve en la absorción de las grasas del intestino.
5. El hígado también
sintetiza colesterol que
luego se usará en la producción de las
hormonas sexuales femeninas y masculinas por ejemplo, la testosterona y, aunque quizás esto asuste a las
mujeres porque lo asocian con masculinidad, es un punto a nuestro favor pues la
testosterona promueve el crecimiento de masa ósea y
muscular.
6. Protege la piel, es antiinflamatorio y reduce cuadros depresivos.
Por supuesto, no se trata de comer TODO tipo
de grasas porque el colesterol es “bueno”. Existen unas grasas malvadas que deben
evitarse a toda costa y son las trans SINTÉTICAS, porque tu cuerpo también
produce grasas trans ¡sí, así mismo es! pero NO son malas…así que no te
confundas.
OJO --- Las grasas trans sintéticas son usadas por la
industria alimentaria para hidrogenar alimentos como la margarina para lograr
que los productos duren más tiempo sin
dañarse. Por este motivo, se encuentra una gran cantidad de ácidos grasos trans en
productos precocinados, en la comida rápida, en los fritos, en productos de
repostería y en ciertos embutidos. El
cuerpo no puede metabolizar correctamente, esta estructura modificada de forma
artificial.
¿QUÉ PUEDES HACER?
No elimines las grasas de tu alimentación ni
las satanices, porque no todas son muy buenas ni todas son muy malas. Por
ejemplo, el aceite de oliva contiene un 14% de
grasa saturada y ácido palmítico principalmente; o el aceite de coco, que es
grasa saturada, pero es de cadena media por lo que se usa como energía, ya que
pasa directamente a tu hígado y no se acumula como grasa corporal.
Lo mejor es aprender a escoger las mejores
como las mono y poliinsaturadas, que son
necesarias para reducir los niveles de LDL y mejorar la coagulación sanguínea.
Aceite
de oliva, aceitunas, frutos secos, aguacate, semillas, salmón, sardinas,
truchas. Tampoco te olvides de incluir lácteos (si te gustan y toleras) carnes
o aceite de coco…sí son grasas saturadas que, en su justa medida, son
importantes de consumir.
RECUERDA:
las grasas dan sensación de saciedad, y aportan ácidos grasos esenciales que el
cuerpo no fabrica.
Además,
la mujer tiene más facilidad, que el hombre, para utilizar grasa como
combustible incluso haciendo ejercicio de intensidad, en cambio usamos menos
glucógeno. Y esta es una buena razón por la que las mujeres no debemos seguir
una dieta baja en grasa.
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