El LISS (por sus siglas en inglés Low Steady State) refiere a lo que comúnmente llamamos cardio tradicional o de baja intensidad. Con este tipo de actividad se consigue un gasto energético pero solamente durante el tiempo que dura dicho ejercicio.
No es raro
ir a cualquier gimnasio y ver a un montón de gente en la cinta de correr o en
la elíptica durante horas y horas. Y precisamente, estas personas son los que físicamente menos cambios tienen, porque
nuestro metabolismo se adapta rápidamente (homeostasis) al ejercicio de baja
intensidad por lo que tendrías que estar
horas y horas para consumir más energía.
Este tipo de ejercicio ayuda a
aumentar la resistencia aeróbica, es decir, que tus pulmones sean capaces de
recibir más oxígeno, por lo que sirve como estrategia complementaria no principal cuando buscas perder grasa, mantener o aumentar músculo.
También se ha comprobado que, durante el cardio a muy baja intensidad, el
cuerpo sí que es capaz de utilizar más cantidad de grasa si se está en ayunas o
con depósitos bajos de glucógeno muscular….pero esto es otro tema que no vamos
a tratar aquí.
En conclusión, tanto el cardio HIIT
como el LISS tienen beneficios y ambos deben ser parte de cualquier rutina de
entrenamiento donde el objetivo principal sea la definición muscular. Sin
embargo, es mejor priorizar el ejercicio interválico de alta intensidad porque
tiene más ventajas (nombradas en el post anterior) pero te añado una más: tu
cuerpo tarda mucho más en adaptarse al entrenamiento de alta
intensidad que al ejercicio de baja o moderada intensidad, ya que se aumenta el
consumo de oxígeno...y encima disminuye el hambre.
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